En 1866, librándose las campañas para someter a la Araucanía, fueron modernizados en la Maestranza Militar de Limache. En 1913 se realizó una remodelación de la Plaza de Armas de Lebu y se instaló los cuatro cañones en ella, para su ornato. En 1929, la comunidad de Lebu decidió regalar al gobierno dos de ellos, "El Relámpago" y "El Furioso", para ser instalados en el palacio presidencial de Cerro Castillo, por entonces en construcción.
El regalo no se materializó, por cuanto el estilo de esta nueva construcción no se avenía con tales elementos, tan imponentes. Por entonces desempeñaba el cargo de Ministro del Interior el Señor David Hermosilla Guerra, oriundo de Lebu. Deseando homenajear al señor Hermosilla por este importante nombramiento, se puso a su disposición los cañones, y él los hizo poner en el Patio de Honor de La Moneda. Posteriormente, se les mandó hacer bases de gruesa madera nativa, con la inscripción "Homenaje de la Provincia de Arauco al Supremo Gobierno de la República".
Durante la restauración realizada en la Moneda durante la década de 1970 estas bases fueron reemplazadas, sin mantenerse la inscripción antes dicha, lo que ha hecho caer en el olvido el origen de la presencia de los imponentes cañones en el lugar. "El Marte" y "El Rayo" permanecen hasta hoy en la Plaza de Armas de Lebu.
Plaza de Armas de Lebu.
miércoles, 11 de febrero de 2009
Cañones de la Plaza de Armas de Lebu
En 1772, el Virrey Manuel de Amat y Junient encargó la fabricación de cuatro cañones destinados a reforzar las fortificaciones de los puertos de Chile. Los cañones, de bronce, fueron fundidos en Lima por Johannes Espinossa. De gran tamaño y belleza, son los únicos de su tipo que existen en el país. Su largo es de tres metros y tienen en sobrerrelieve el escudo de España, flanqueado por figuras de delfines. Durante la guerra de la Independencia sirvieron para la defensa de esta importante zona carbonífera.
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